El Municipio de San Juan del Río, atendió a la petición de la Parroquia de Nuestra Señora Guadalupe para la reubicación de los comerciantes de antojitos mexicanos, señaló el presidente municipal, Roberto Carlos Cabrera Valencia, al mencionar que, desde el pasado fin de semana ya operan en Jardín de los Fundadores.
“Si, siempre lo había solicitado (el reacomodo), siempre lo había solicitado, pero hasta ahora fueron atendidos. Estamos tratando de darles orden y dejar a los que venden tamales y atoles y estamos tratando de reubicarlo, al final el comercio únicamente se reubicó”, reiteró el mandatario sanjuanense.
Declaró que, con esta acción se busca concentrar al comercio solo en este jardín y despejar toda la periferia de la parroquia y del Templo de San Juan Bautista, toda vez que, es uno de los ejes para el nuevo modelo de ciudad que busca su gobierno, tomando en cuenta que están en el primer cuadro.
“Agradezco a la paciencia que nos tuvo el párroco Javier que estaba hasta hace unos pocos días, que es Jorge Hurtado. Y bueno fue por eso, pero se mantiene el comercio sanjuanense”.
El presidente municipal aclaró que, previo a hacer este ajuste la semana pasada tuvo un acercamiento con las líderes de la organización que representa a los vendedores de antojitos mexicanos, como es el caso de Carmen Aguilar y Teresa Paredes para el caso de socializar el tema con sus compañeras, ya que tienen varios años dedicándose a esta labor económica.
Sostuvo que ese resaltar que las comerciantes tienen paciencia y estuvieron dispuestas al cambio de lugar, además de que espera que esto no le represente bajas en sus ventas, y que nuevamente puedan acreditarse entre sus comensales y clientela que las busca cada fin de semana.
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“Es paso a paso, y poco a poco, estamos trabajando los proyectos de la mano del gobernado Mauricio Kuri, para que esto sea posible y que el rostro del Centro Histórico cambie drásticamente, pero positivamente y yo diría muy bonita, con una imagen limpia”.
Finalmente, Cabrera Valencia resaltó que a largo plazo se pretende también seguir limpiando la imagen aérea de los primeros cuadros de la ciudad, en virtud de poder ocultar el cableado y despejar la visibilidad de las calles como parte del nuevo modelo para San Juan del Río.
