Ramón González García, mejor conocido como payasito“Happy”, dice que a pesar de las nuevas tecnologías, losniños y familias de San Juan del Río aún aprecian este oficioque reúne a miles de personas en el Jardín Independencia losfines de semana.
Con cerca de 25 años en este oficio, Happy refiere que en elmunicipio existen alrededor de 15 payasos que tienen la consignadiaria de profesionalizarse, ya que en la actualidad compitencontra un sinnúmero de distracciones que los niños y las familiastienen, por lo que prepararse es indispensable para mantener vivoel interés.
“Todo depende de los payasos para que los niños sigancreyendo en nosotros, porque si como payasos no nos superamos, novemos la forma de atraerlos. Por ejemplo, en lo personal asistimosa conferencias, a cursos, a encuentros de payasos y es donde te vassuperando. Regularmente son en la Cuidad de México u otrasciudades donde hacen encuentros nacionales ointernacionales”.
Indicó que la tecnología también la emplean los payasos paragenerar interés en el público durante el espectáculo, lo querepresenta más inversión, por lo que resaltó la necesidad demantenerse actualizados, sobre todo por el crecimiento poblacionaldel municipio.
“Cuando llego aquí en el 97, más o menos, 96 si no malrecuerdo, habían 200, 300 personas que acudían al jardín y eramuy difícil que la gente se juntara, creo que por lo mismo, noestaban acostumbrados a ver ese tipo de espectáculos y en laactualidad estamos hablando de 1,000 a 1,500 personas en un soloshow”.
Precisó que el general de los payasos que operan en San Juandel Río es proveniente de otras entidades, expuso que sólo haydos oriundos del municipio, e indicó que lo básico paramantenerse vigentes en esta demarcación, es el chiste blanco,evitar el doble sentido y las palabras soeces, ya que conservar unambiente familiar es lo que busca el público sanjuanense.
El principal inconveniente al que se enfrentan los payasos quese dedican de manera profesional a esta actividad, dijo, sonaquellos que se pintan la cara para pedir limosna, pues mientrasalgunos tratan de dignificar el oficio, otros lo denigran.