CIUDAD DEL VATICANO.- Como si no fueran suficientes los escándalos y las graves acusaciones relativas a las revelaciones de abusos sexuales por parte del clero en varios países, el papa Francisco tiene que afrontar un nuevo problema. Esta vez, la causa es la investigación que se está llevando a cabo sobre el coro de la Capilla Sixtina, célebre por hospedar no sólo las obras maestras de Miguel Ángel, sino también por ser la sede de los cónclaves para elegir al Papa.
Por lo pronto, a través de su vocero Greg Burke, el Vaticano confirmó la investigación que se realiza, ya anticipada por un diario romano el pasado mes de julio, pero que había sido desmentida por fuentes vaticanas y por algunos “blog” católicos.
Las hipótesis del delito que habrían sido cometidos son lavado de dinero, estafa agravada a daños del Estado y corrupción. Según indiscreciones periodistas, por lo pronto ya habría sido suspendido el director administrativo del coro, Michelangelo Nardella, quien sería responsable del aspecto económico, y de su manejo del dinero relativo a las giras internacionales del coro.
En verdad, desde hacia tiempo se habían registrado quejas internas sobre el comportamiento agresivo y nervioso del director del coro, monseñor Massimo Palombella, de frente a los niños –las voces blancas- al grado de alarmar a los padres de los menores que se dirigieron directamente a las autoridades del Vaticano.