/ domingo 27 de noviembre de 2022

El cronista sanjuanense | Corona de Adviento

Para muchos cristianos, la Corona o Guirnalda de Adviento es una forma de celebrar el mes de diciembre previo al día de Navidad. Aunque las coronas de adviento son populares entre los fieles, muchos no son conscientes del significado y el simbolismo incrustado en la tradición.

La corona de adviento es uno de los primeros símbolos que anuncian que la Navidad se acerca. Se prepara para que el último domingo de noviembre, y consecutivamente cada domingo, se encienda cada una de las velas que la integran, teniendo como última iluminación el 24 de diciembre. El adviento, significa la venida de Jesucristo y es cuando los creyentes cristianos se preparan precisamente para ello en conmemoración de su nacimiento.

Según la tradición religiosa, la corona en sí, que está hecha de varios árboles de hoja perenne, significa vida continua. La circunferencia de la corona, es símbolo de que no tiene principio ni fin, significa la eternidad de Dios, la inmortalidad del alma y la vida eterna que se encuentra en Cristo.

En la actualidad la corona de adviento es símbolo de amor, unión y fe, donde lo más importante es elaborarla y colocarla en los hogares en torno a fomentar la unión de la familia.

El origen de la corona de adviento proviene de una tradición pagana europea en la antigua Germania (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, los germanos colectaban coronas hechas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Esos fuegos representaban al Dios Sol. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas dándole un nuevo significado a la corona, asociándola con la conmemoración de la natividad de Jesucristo. Así, las velas que mantienen la luz encendida, anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo, la luz del mundo.

La corona se elabora con follaje verde, color de la esperanza y la vida. Hoy en día se utiliza tanto natural, de diversas especies, como artificial. Se insertan cuatro velas a los cuatro puntos cardinales. Tres son color violeta, color litúrgico que se usa para indicar un tiempo de oración, penitencia y sacrificio, color que se usa durante el adviento y la Cuaresma. Una vela es rosa, color litúrgico que se usa para simbolizar alegría.

Las velas de Adviento demuestran el fuerte contraste entre la oscuridad y la luz. Según la tradición, la luz que emana de las velas ilumina la oscuridad que provoca el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. El primer domingo de adviento se enciende la primera vela y cada domingo de sucesivo se enciende una vela más hasta llegar a la víspera de la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo. A medida que su adviento, o venida, se acercan, se disipa la oscuridad a cada instante. Cada vela representa mil años. Sumadas, las cuatro velas simbolizan los cuatro mil años que la humanidad esperó para la llegada del Salvador del mundo, desde Adán y Eva hasta Jesús, cuyo nacimiento fue predicho en el Antiguo Testamento. Algunas tradiciones de la corona de Adviento también incluyen una quinta vela blanca de "Cristo", que simboliza la pureza que se enciende en la víspera de Navidad o el día de Navidad. Muchas coronas circulares pueden incorporar una vela blanca añadiendo una vela de pilar al centro de la corona. Mientras se encienden las velas se hace una oración utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto se hace principalmente en las misas de adviento, aunque hay familias que lo hacen en casa, en unión. Se acostumbra llevar la corona a bendecir por el sacerdote.

Tradicionalmente, cada una de las cuatro velas de Adviento tiene un significado más profundo que se representa en las encantadoras Cuatro Semanas de Guirnalda de Peltre de Adviento. El primer domingo de Adviento simboliza la esperanza con la "Vela del Profeta" que recuerda que Jesús viene. El segundo domingo de Adviento simboliza la Fe con la "Vela de Belén" que recuerda el viaje de María y José a Belén. El tercer domingo de Adviento simboliza la Alegría con la "Vela del Pastor" que recuerda la alegría que el mundo experimentó con el nacimiento de Jesús. El cuarto domingo de Adviento simboliza la Paz con la "Vela del Ángel" que recuerda el mensaje de los ángeles: "Paz en la Tierra, buena voluntad hacia los hombres".

Manzanas rojas adornan la corona y representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador Universal. Lleva también listón rojo que significa el amor a Dios y en reciprocidad, el amor de Dios que envuelve al fiel.

Para muchos cristianos, la Corona o Guirnalda de Adviento es una forma de celebrar el mes de diciembre previo al día de Navidad. Aunque las coronas de adviento son populares entre los fieles, muchos no son conscientes del significado y el simbolismo incrustado en la tradición.

La corona de adviento es uno de los primeros símbolos que anuncian que la Navidad se acerca. Se prepara para que el último domingo de noviembre, y consecutivamente cada domingo, se encienda cada una de las velas que la integran, teniendo como última iluminación el 24 de diciembre. El adviento, significa la venida de Jesucristo y es cuando los creyentes cristianos se preparan precisamente para ello en conmemoración de su nacimiento.

Según la tradición religiosa, la corona en sí, que está hecha de varios árboles de hoja perenne, significa vida continua. La circunferencia de la corona, es símbolo de que no tiene principio ni fin, significa la eternidad de Dios, la inmortalidad del alma y la vida eterna que se encuentra en Cristo.

En la actualidad la corona de adviento es símbolo de amor, unión y fe, donde lo más importante es elaborarla y colocarla en los hogares en torno a fomentar la unión de la familia.

El origen de la corona de adviento proviene de una tradición pagana europea en la antigua Germania (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, los germanos colectaban coronas hechas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Esos fuegos representaban al Dios Sol. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas dándole un nuevo significado a la corona, asociándola con la conmemoración de la natividad de Jesucristo. Así, las velas que mantienen la luz encendida, anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo, la luz del mundo.

La corona se elabora con follaje verde, color de la esperanza y la vida. Hoy en día se utiliza tanto natural, de diversas especies, como artificial. Se insertan cuatro velas a los cuatro puntos cardinales. Tres son color violeta, color litúrgico que se usa para indicar un tiempo de oración, penitencia y sacrificio, color que se usa durante el adviento y la Cuaresma. Una vela es rosa, color litúrgico que se usa para simbolizar alegría.

Las velas de Adviento demuestran el fuerte contraste entre la oscuridad y la luz. Según la tradición, la luz que emana de las velas ilumina la oscuridad que provoca el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. El primer domingo de adviento se enciende la primera vela y cada domingo de sucesivo se enciende una vela más hasta llegar a la víspera de la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo. A medida que su adviento, o venida, se acercan, se disipa la oscuridad a cada instante. Cada vela representa mil años. Sumadas, las cuatro velas simbolizan los cuatro mil años que la humanidad esperó para la llegada del Salvador del mundo, desde Adán y Eva hasta Jesús, cuyo nacimiento fue predicho en el Antiguo Testamento. Algunas tradiciones de la corona de Adviento también incluyen una quinta vela blanca de "Cristo", que simboliza la pureza que se enciende en la víspera de Navidad o el día de Navidad. Muchas coronas circulares pueden incorporar una vela blanca añadiendo una vela de pilar al centro de la corona. Mientras se encienden las velas se hace una oración utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto se hace principalmente en las misas de adviento, aunque hay familias que lo hacen en casa, en unión. Se acostumbra llevar la corona a bendecir por el sacerdote.

Tradicionalmente, cada una de las cuatro velas de Adviento tiene un significado más profundo que se representa en las encantadoras Cuatro Semanas de Guirnalda de Peltre de Adviento. El primer domingo de Adviento simboliza la esperanza con la "Vela del Profeta" que recuerda que Jesús viene. El segundo domingo de Adviento simboliza la Fe con la "Vela de Belén" que recuerda el viaje de María y José a Belén. El tercer domingo de Adviento simboliza la Alegría con la "Vela del Pastor" que recuerda la alegría que el mundo experimentó con el nacimiento de Jesús. El cuarto domingo de Adviento simboliza la Paz con la "Vela del Ángel" que recuerda el mensaje de los ángeles: "Paz en la Tierra, buena voluntad hacia los hombres".

Manzanas rojas adornan la corona y representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador Universal. Lleva también listón rojo que significa el amor a Dios y en reciprocidad, el amor de Dios que envuelve al fiel.