/ jueves 23 de mayo de 2024

El toque femenino | Mujeres trabajando 


En este mes de mayo tan lleno de festejos y conmemoraciones entre ellas el día del trabajo no quiero dejar pasar lo que acontece en la actualidad en la vida laboral de las mujeres y lo sucedido en momentos clave de la historia en nuestro país y en el mundo.

Hay un póster muy famoso que seguramente todos hemos visto, se trata de una mujer con una mascada roja y puntos blancos anudada en su cabeza mostrando su músculo y vestida con un overol azul, (uniforme de los obreros), que expone el lema “We Can Do It” (Podemos Hacerlo); esta imagen conocida como Rosie la Remachadora surgió como una motivación a las empleadas y también una invitación a las mujeres para sumarse a las filas de la fábrica Westing House, este cartel que se convirtió décadas después en un ícono de fortaleza para las mujeres, retrataba lo que estaba sucediendo en Estados Unidos y en el mundo durante la segunda guerra mundial ya que las empresas al quedarse sin mano de obra masculina, cuando los hombres abandonaron sus lugares de origen para alistarse en el ejército, se veían obligadas a contratar mujeres para desempeñar trabajos pesados como tales como: producción de municiones, partes de aviones, motores o suministros bélicos, la inclusión laboral femenina no solo ayudó a sostener e impulsar la industria en ese momento tan complicado pues también tuvieron un eficaz desempeño dentro del campo de batalla como enfermeras o formando parte de algún batallón.

Por lo tanto el papel que ellas jugaron en esa época fue decisivo dentro de la sociedad, sin embargo al término de la guerra los hombres regresan a sus ciudades quieren recuperar sus empleos y les parece lo más adecuado que las mujeres regresen a las tareas del hogar, incluso hubo una gran campaña publicitaria con anuncios que hacían alusión a la clásica familia feliz donde se mostraban mujeres con amplios vestidos y una gran sonrisa cocinando en sus estufas, utilizando refrigeradores, hornos y distintos electrodomésticos para consentir al esposo y a los hijos, incluso estaba presente la tierna mascota en un ambiente atractivamente familiar y todo esto para animarlas a abandonar los empleos y convertirse de nuevo en el ama de casa perfecta.

La gran mayoría de esas mujeres decidieron continuar sus carreras laborales y seguir trabajando en las empresas algunas de ellas incluso al quedar viudas y otras tantas se decidieron por el trabajo en casa al cuidado de la familia y el hogar.

Eso justamente sigue sucediendo en la actualidad, de manera personal o como acuerdo de pareja, millones de mujeres deciden desarrollarse de manera profesional en empresas, dependencias de gobierno o como emprendedoras; en distintos puestos, con distintas responsabilidades y otro grupo de mujeres decide quedarse al frente del hogar, lo cual en absoluto significa que “No Trabajen” por lo tanto me parece justo y totalmente necesario reconocer la labor de las Amas de Casa o Administradoras del Hogar.

¿Qué tal si repasamos a fondo el trabajo de una ama de casa promedio? A las 5 o 6 de la mañana ella es la primera que despierta y funge como despertador de los demás miembros de la familia, acto seguido prepara el desayuno, alista a los hijos, los lleva a la escuela, aprovecha la salida para hacer pagos o trámites, regresa limpia la casa, tiende camas, acomoda la ropa, cocina, se arregla, recoge a los hijos, los lleva a la casa a comer y cambiarse, después a las clases extraescolares, ballet, karate, futbol, gimnasia, etc. Ya en casa es la hora de ayudar con las tareas, prepara la cena, recibe al esposo, escucha sus problemas de oficina, antes de dormir aprovecha para coser algunas prendas, revisa que ya todos estén dormidos y por fin se acuesta pensando en todos los pendientes del día siguiente, obviamente en este trabajo no hay hora de entrada y menos de salida es labor 24 por 7 y por supuesto no hay retribución económica, aguinaldo, prestaciones, tampoco crea antigüedad, ni qué decir de las mujeres que además de trabajar fuera llegan a casa cumplir con el segundo turno y atender todos los pendientes del hogar.

Creo firmemente en la importancia de reconocer el trabajo que realizamos todas las mujeres ya sea en el ámbito público o en el privado por que en ambos casos sin menosprecio todas somos: “Mujeres que Trabajan”



En este mes de mayo tan lleno de festejos y conmemoraciones entre ellas el día del trabajo no quiero dejar pasar lo que acontece en la actualidad en la vida laboral de las mujeres y lo sucedido en momentos clave de la historia en nuestro país y en el mundo.

Hay un póster muy famoso que seguramente todos hemos visto, se trata de una mujer con una mascada roja y puntos blancos anudada en su cabeza mostrando su músculo y vestida con un overol azul, (uniforme de los obreros), que expone el lema “We Can Do It” (Podemos Hacerlo); esta imagen conocida como Rosie la Remachadora surgió como una motivación a las empleadas y también una invitación a las mujeres para sumarse a las filas de la fábrica Westing House, este cartel que se convirtió décadas después en un ícono de fortaleza para las mujeres, retrataba lo que estaba sucediendo en Estados Unidos y en el mundo durante la segunda guerra mundial ya que las empresas al quedarse sin mano de obra masculina, cuando los hombres abandonaron sus lugares de origen para alistarse en el ejército, se veían obligadas a contratar mujeres para desempeñar trabajos pesados como tales como: producción de municiones, partes de aviones, motores o suministros bélicos, la inclusión laboral femenina no solo ayudó a sostener e impulsar la industria en ese momento tan complicado pues también tuvieron un eficaz desempeño dentro del campo de batalla como enfermeras o formando parte de algún batallón.

Por lo tanto el papel que ellas jugaron en esa época fue decisivo dentro de la sociedad, sin embargo al término de la guerra los hombres regresan a sus ciudades quieren recuperar sus empleos y les parece lo más adecuado que las mujeres regresen a las tareas del hogar, incluso hubo una gran campaña publicitaria con anuncios que hacían alusión a la clásica familia feliz donde se mostraban mujeres con amplios vestidos y una gran sonrisa cocinando en sus estufas, utilizando refrigeradores, hornos y distintos electrodomésticos para consentir al esposo y a los hijos, incluso estaba presente la tierna mascota en un ambiente atractivamente familiar y todo esto para animarlas a abandonar los empleos y convertirse de nuevo en el ama de casa perfecta.

La gran mayoría de esas mujeres decidieron continuar sus carreras laborales y seguir trabajando en las empresas algunas de ellas incluso al quedar viudas y otras tantas se decidieron por el trabajo en casa al cuidado de la familia y el hogar.

Eso justamente sigue sucediendo en la actualidad, de manera personal o como acuerdo de pareja, millones de mujeres deciden desarrollarse de manera profesional en empresas, dependencias de gobierno o como emprendedoras; en distintos puestos, con distintas responsabilidades y otro grupo de mujeres decide quedarse al frente del hogar, lo cual en absoluto significa que “No Trabajen” por lo tanto me parece justo y totalmente necesario reconocer la labor de las Amas de Casa o Administradoras del Hogar.

¿Qué tal si repasamos a fondo el trabajo de una ama de casa promedio? A las 5 o 6 de la mañana ella es la primera que despierta y funge como despertador de los demás miembros de la familia, acto seguido prepara el desayuno, alista a los hijos, los lleva a la escuela, aprovecha la salida para hacer pagos o trámites, regresa limpia la casa, tiende camas, acomoda la ropa, cocina, se arregla, recoge a los hijos, los lleva a la casa a comer y cambiarse, después a las clases extraescolares, ballet, karate, futbol, gimnasia, etc. Ya en casa es la hora de ayudar con las tareas, prepara la cena, recibe al esposo, escucha sus problemas de oficina, antes de dormir aprovecha para coser algunas prendas, revisa que ya todos estén dormidos y por fin se acuesta pensando en todos los pendientes del día siguiente, obviamente en este trabajo no hay hora de entrada y menos de salida es labor 24 por 7 y por supuesto no hay retribución económica, aguinaldo, prestaciones, tampoco crea antigüedad, ni qué decir de las mujeres que además de trabajar fuera llegan a casa cumplir con el segundo turno y atender todos los pendientes del hogar.

Creo firmemente en la importancia de reconocer el trabajo que realizamos todas las mujeres ya sea en el ámbito público o en el privado por que en ambos casos sin menosprecio todas somos: “Mujeres que Trabajan”