/ sábado 5 de agosto de 2023

Maritza Buendía explora el deseo a través de tres generaciones de mujeres

Su libro Cielo cruel” habla del descubrimiento erótico de una abuela, hija y nieta, cada una desde su propio punto de encuentro.

Maritza Buendía es una escritora zacatecana que ha sido galardonada con el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen en 2012 y del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas en 2011.

Formó parte de la primera generación de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) en 2003 y en dos ocasiones fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) Jóvenes Creadores.

Como referente literario tiene a Inés Arredondo, escritora mexicana perteneciente a la Generación del Medio Siglo (o el grupo de la Casa del Lago). Al igual de Arredondo, Maritza aborda temas “poco convencionales” que se salen de los estándares de lo que debería escribir una mujer.

Por lo regular se siente atraída por temas como el erotismo, el deseo desde una mirada femenina y por plasmar protagonistas en todos sus matices (lo noble y cruel del personaje). Algunos de sus cuentos llevan por título "Tangos para Barbie y Ken" (2016), “Rumores, gatos y otros cuentos” (2015), “En el jardín de los cautivos" (2005) y “La memoria del agua" (2002).

Recientemente, la autora publicó una novela llamada “Cielo cruel”, la cual trata sobre el descubrimiento del deseo de tres mujeres (abuela, hija y nieta), cada una desde su propio punto de encuentro. Mar, la nieta, se encuentra en búsqueda de la pasión y de la lucidez de un despertar sensual. Para Gloria, la hija y madre, transgredirá el sentido del matrimonio en donde ella buscará un balance entre su vida individual y su vida como pareja. Finalmente, la abuela Belén, a su avanzada edad encontrará el sentido de valorarse a sí misma y aprenderá que no depende de un hombre para encontrar la paz que tanto ha buscado.

En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, Maritza Buendía habla sobre la importancia que tiene para ella la creación de personajes femeninos que se alejen de los arquetipos impuestos por la literatura; también comparte su visión sobre la literatura erótica y algunos aspectos que le gustaría resaltar de su más reciente proyecto.

Por la forma en la que presentas a tus personajes en tu novela me ha dado la impresión que pueden ser leídos como “pasado, presente y futuro”, no sé si esa era su intención al momento de entrelazar éstas tres historias en un mismo hilo narrativo.

Creo que es posible leerlo de esa forma, por supuesto. Yo lo que estaba buscando con estos tres personajes era encontrar otras maneras de narrar el amor y el deseo. Y en ese sentido creo que mis personajes son arriesgados, son fuertes, y cada una en su contexto va cuestionando lo que se le ha enseñado lo que debería ser, cuestionan lo “tradicional”.

Entonces, mis personajes no están conformes con la manera cómo se les ha dicho que se debe de amar, y lo que ellas buscan es romper con ciertas convenciones, como el proponer la exploración del deseo. El deseo entendido no sólo como la satisfacción corporal, sino como algo que va más allá, como una herramienta para exportar el mundo, una inteligencia de la piel, en la que pensamos con todo el cuerpo.

¿Cómo nace esta idea de manejar estas tres perspectivas contrastadas por sus diferencias de edad?

Yo creo que la hija, quien es la más joven, se da cuenta que existe algo en su linaje familiar porque finalmente lo que busca su mamá es tratar que en su matrimonio se acepte su relación triangular, así que desde ese momento hay una entrada como a la transgresión.

El matrimonio por lo regular busca una relación bidireccional y ella lo que está proponiendo es romper ese sentido para llevar a la aceptación de un triángulo con la presencia de su mejor amiga, y busca todo tipo de recursos para que no sea un conflicto y poder vivir con esa alternancia.

Principalmente, es Mar, la hija, quien se da cuenta de lo que está sucediendo, y de cierta manera también las otras dos se van dando cuenta y asumen lo que está aconteciendo. A la hija eso le permite asumir también lo que va a ser ella, la postura de su propia vida, que finalmente resultará en ella teniendo una relación con un hombre menor.

¿Por qué considera relevante crear este tipo de personajes femeninos que se alejan de los típicos arquetipos?

Creo que estamos en el momento más necesario de que se inicien a hablar de éstas otras cosas que como sociedad no queremos hablar, como es en el caso del deseo y la erótica femenina, y que resulta increíble cómo se nos facilita más hablar de la violencia, pero este tipo de temas los evadimos.

Pareciera que éstos temas nos violentan más que los asesinatos, las torturas, los secuestros, toda esa cuestión social en la que estamos inmersos. Así que creo que es el momento que la literatura se quite viejos tabús en torno al lenguaje, a la forma de pensar.

Es por eso que busco que mis personajes femeninos sean personajes completos, que aunque lleguen a tener una búsqueda de un compañero masculino o femenino, cada una de ellas tiene una búsqueda muy particular.

Por ejemplo, en el caso de la abuela, Belén, ella se da cuenta que puede ser un ser que se autosatisface tanto corporal como intelectualmente, a pesar del contexto en el que vive, aunque ella sea temporalmente más alejada del contexto de su nieta, aún así ella, al igual que su nieta, viene de ese estirpe de mujeres que están marcando ese tipo de autonomía.

¿Qué es lo que usted quiere dar a entender con ‘Cielo cruel’? ¿Qué papel juega el elemento del cielo en su novela?

Creo que se puede hacer una analogía muy interesante entre el cielo y el mar. Finalmente, la búsqueda que tiene la hija, Mar, al trasladarse de un lugar al interior de la República hasta uno que llega a uno donde existe un mar. Ella tiene un momento de epifanía que le permite aclarar un poco las cosas y el sentido de estar ahí, en el mundo de la novela.

El título como tal proviene de unos versos de Ramón López Velarde, en los que refiere a la ciudad de Zacatecas como un “cielo cruel” y una “tierra colorada”. Me parece que al decir cielo cruel, él habla sobre los cielos azules, las tonalidades rojas, rosas, naranjas que se han ido como que metamorfoseando, incluso a veces pareciera que el cielo se está quemando, y pues bueno quería como que hacer la analogía con esta ciudad ficticia donde están ocurriendo las cosas en mi novela.

Para usted, ¿cuál es la importancia de recuperar la literatura erótica desde una mirada femenina?

Como seres humanos tenemos una enorme dimensión de facetas. Como humanos tenemos distintas facetas y el erotismo es una de ellas, es una faceta que nos permite cuestionarnos de raíz, nos cuestionamos a nosotros mismos y nos deja sumamente expuestos porque estamos mostrando nuestro ser desde nuestra esencia.

Eso es lo que creo que ocasiona tanto miedo en las conciencias tan educadas dentro de un canon, dentro de lo que ‘debería’ ser.

Yo veo a la literatura erótica como un espejo de nosotros mismos, nos muestra como realmente somos al reflejar nuestros miedos, fantasmas y nuestras fantasías. Además, si pensamos estas cuestiones desde lo femenino, desde la mujer, resulta sumamente pertinente en este momento en el que hemos empezado a empoderarnos de los espacios que nos corresponden. Es vital hablar de este tipo de literatura porque es una forma de reflejar nuestra postura de vida, de lo que podría o no podría ser.

¿Actualmente se encuentra trabajando en algún otro proyecto?

Sí, sí, tengo rato trabajando con otra novela. Me he sentido cómoda con éste género literario, así que yo creo que seguiré por este camino.

Con respecto a la trama, pues sigue en desarrollo. Como tal puedo decir que trata de una relación entre una madre y su hijo, seguramente recuperará este universo de lo corporal, de lo fantástico y con todos los elementos que a mí me gusta jugar dentro de la literatura.

¿Tiene programado venir a presentar el libro a Querétaro?

Sí, todavía no tengo fecha, pero voy a buscar agendarla. Después de mi fecha en la Ciudad de México, iré a Buenos Aires a un festival de escritores a presentar la novela. Luego me paso a Montevideo a dar una charla. Regresaré a México con presentaciones en Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Monterrey y seguramente también nos presentaremos en la Feria del Libro de Guadalajara.

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Maritza Buendía es una escritora zacatecana que ha sido galardonada con el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen en 2012 y del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas en 2011.

Formó parte de la primera generación de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) en 2003 y en dos ocasiones fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) Jóvenes Creadores.

Como referente literario tiene a Inés Arredondo, escritora mexicana perteneciente a la Generación del Medio Siglo (o el grupo de la Casa del Lago). Al igual de Arredondo, Maritza aborda temas “poco convencionales” que se salen de los estándares de lo que debería escribir una mujer.

Por lo regular se siente atraída por temas como el erotismo, el deseo desde una mirada femenina y por plasmar protagonistas en todos sus matices (lo noble y cruel del personaje). Algunos de sus cuentos llevan por título "Tangos para Barbie y Ken" (2016), “Rumores, gatos y otros cuentos” (2015), “En el jardín de los cautivos" (2005) y “La memoria del agua" (2002).

Recientemente, la autora publicó una novela llamada “Cielo cruel”, la cual trata sobre el descubrimiento del deseo de tres mujeres (abuela, hija y nieta), cada una desde su propio punto de encuentro. Mar, la nieta, se encuentra en búsqueda de la pasión y de la lucidez de un despertar sensual. Para Gloria, la hija y madre, transgredirá el sentido del matrimonio en donde ella buscará un balance entre su vida individual y su vida como pareja. Finalmente, la abuela Belén, a su avanzada edad encontrará el sentido de valorarse a sí misma y aprenderá que no depende de un hombre para encontrar la paz que tanto ha buscado.

En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, Maritza Buendía habla sobre la importancia que tiene para ella la creación de personajes femeninos que se alejen de los arquetipos impuestos por la literatura; también comparte su visión sobre la literatura erótica y algunos aspectos que le gustaría resaltar de su más reciente proyecto.

Por la forma en la que presentas a tus personajes en tu novela me ha dado la impresión que pueden ser leídos como “pasado, presente y futuro”, no sé si esa era su intención al momento de entrelazar éstas tres historias en un mismo hilo narrativo.

Creo que es posible leerlo de esa forma, por supuesto. Yo lo que estaba buscando con estos tres personajes era encontrar otras maneras de narrar el amor y el deseo. Y en ese sentido creo que mis personajes son arriesgados, son fuertes, y cada una en su contexto va cuestionando lo que se le ha enseñado lo que debería ser, cuestionan lo “tradicional”.

Entonces, mis personajes no están conformes con la manera cómo se les ha dicho que se debe de amar, y lo que ellas buscan es romper con ciertas convenciones, como el proponer la exploración del deseo. El deseo entendido no sólo como la satisfacción corporal, sino como algo que va más allá, como una herramienta para exportar el mundo, una inteligencia de la piel, en la que pensamos con todo el cuerpo.

¿Cómo nace esta idea de manejar estas tres perspectivas contrastadas por sus diferencias de edad?

Yo creo que la hija, quien es la más joven, se da cuenta que existe algo en su linaje familiar porque finalmente lo que busca su mamá es tratar que en su matrimonio se acepte su relación triangular, así que desde ese momento hay una entrada como a la transgresión.

El matrimonio por lo regular busca una relación bidireccional y ella lo que está proponiendo es romper ese sentido para llevar a la aceptación de un triángulo con la presencia de su mejor amiga, y busca todo tipo de recursos para que no sea un conflicto y poder vivir con esa alternancia.

Principalmente, es Mar, la hija, quien se da cuenta de lo que está sucediendo, y de cierta manera también las otras dos se van dando cuenta y asumen lo que está aconteciendo. A la hija eso le permite asumir también lo que va a ser ella, la postura de su propia vida, que finalmente resultará en ella teniendo una relación con un hombre menor.

¿Por qué considera relevante crear este tipo de personajes femeninos que se alejan de los típicos arquetipos?

Creo que estamos en el momento más necesario de que se inicien a hablar de éstas otras cosas que como sociedad no queremos hablar, como es en el caso del deseo y la erótica femenina, y que resulta increíble cómo se nos facilita más hablar de la violencia, pero este tipo de temas los evadimos.

Pareciera que éstos temas nos violentan más que los asesinatos, las torturas, los secuestros, toda esa cuestión social en la que estamos inmersos. Así que creo que es el momento que la literatura se quite viejos tabús en torno al lenguaje, a la forma de pensar.

Es por eso que busco que mis personajes femeninos sean personajes completos, que aunque lleguen a tener una búsqueda de un compañero masculino o femenino, cada una de ellas tiene una búsqueda muy particular.

Por ejemplo, en el caso de la abuela, Belén, ella se da cuenta que puede ser un ser que se autosatisface tanto corporal como intelectualmente, a pesar del contexto en el que vive, aunque ella sea temporalmente más alejada del contexto de su nieta, aún así ella, al igual que su nieta, viene de ese estirpe de mujeres que están marcando ese tipo de autonomía.

¿Qué es lo que usted quiere dar a entender con ‘Cielo cruel’? ¿Qué papel juega el elemento del cielo en su novela?

Creo que se puede hacer una analogía muy interesante entre el cielo y el mar. Finalmente, la búsqueda que tiene la hija, Mar, al trasladarse de un lugar al interior de la República hasta uno que llega a uno donde existe un mar. Ella tiene un momento de epifanía que le permite aclarar un poco las cosas y el sentido de estar ahí, en el mundo de la novela.

El título como tal proviene de unos versos de Ramón López Velarde, en los que refiere a la ciudad de Zacatecas como un “cielo cruel” y una “tierra colorada”. Me parece que al decir cielo cruel, él habla sobre los cielos azules, las tonalidades rojas, rosas, naranjas que se han ido como que metamorfoseando, incluso a veces pareciera que el cielo se está quemando, y pues bueno quería como que hacer la analogía con esta ciudad ficticia donde están ocurriendo las cosas en mi novela.

Para usted, ¿cuál es la importancia de recuperar la literatura erótica desde una mirada femenina?

Como seres humanos tenemos una enorme dimensión de facetas. Como humanos tenemos distintas facetas y el erotismo es una de ellas, es una faceta que nos permite cuestionarnos de raíz, nos cuestionamos a nosotros mismos y nos deja sumamente expuestos porque estamos mostrando nuestro ser desde nuestra esencia.

Eso es lo que creo que ocasiona tanto miedo en las conciencias tan educadas dentro de un canon, dentro de lo que ‘debería’ ser.

Yo veo a la literatura erótica como un espejo de nosotros mismos, nos muestra como realmente somos al reflejar nuestros miedos, fantasmas y nuestras fantasías. Además, si pensamos estas cuestiones desde lo femenino, desde la mujer, resulta sumamente pertinente en este momento en el que hemos empezado a empoderarnos de los espacios que nos corresponden. Es vital hablar de este tipo de literatura porque es una forma de reflejar nuestra postura de vida, de lo que podría o no podría ser.

¿Actualmente se encuentra trabajando en algún otro proyecto?

Sí, sí, tengo rato trabajando con otra novela. Me he sentido cómoda con éste género literario, así que yo creo que seguiré por este camino.

Con respecto a la trama, pues sigue en desarrollo. Como tal puedo decir que trata de una relación entre una madre y su hijo, seguramente recuperará este universo de lo corporal, de lo fantástico y con todos los elementos que a mí me gusta jugar dentro de la literatura.

¿Tiene programado venir a presentar el libro a Querétaro?

Sí, todavía no tengo fecha, pero voy a buscar agendarla. Después de mi fecha en la Ciudad de México, iré a Buenos Aires a un festival de escritores a presentar la novela. Luego me paso a Montevideo a dar una charla. Regresaré a México con presentaciones en Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Monterrey y seguramente también nos presentaremos en la Feria del Libro de Guadalajara.

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