Hepatitis y el daño al hígado

Existen diferentes tipos, hepatitis viral que es el tipo más común causada por virus de la hepatitis A, B, C

Xóchitl Guerrero | El Sol de San Juan del Río

  · sábado 21 de octubre de 2023

El diagnóstico se hace con un examen de sangre. Foto: Xóchitl Guerrero | El Sol de San Juan del Río

La hepatitis es la inflamación del hígado que ocurre cuando se lesiona o infecta el órgano, este daño afecta el funcionamiento del mismo. Puede ser una infección aguda a corto plazo o bien crónica a largo plazo, explicó el doctor Daniel Salazar Medina.

La función del hígado es la de filtrar la sangre que viene del sistema digestivo, eliminar químicos, así como la digestión de productos grasos, reserva de hierro, vitaminas y glucosa, señaló.

Es importante que las personas mayores se mantengan activos. Foto: Cortesía | Mercedes Martínez

¿Qué casusa la hepatitis?

Existen diferentes tipos, hepatitis viral que es el tipo más común causada por virus de la hepatitis A, B, C. Hepatitis alcohólica, causada por el consumo excesivo de alcohol. Tóxica, causada por venenos, productos químicos. La autoinmune que el sistema inmunitario ataca el hígado puede ser por tipo genético.

¿Cómo se transmite la hepatitis viral?

La hepatitis A y E se transmite a través del contacto con alimentos o agua contaminados con las heces de una persona infectada, también puede contraer hepatitis E al comer carne de cerdo o mariscos poco cocidos.

En cambio la hepatitis B,C y D se trasmiten a través del contacto con la sangre de una persona con la enfermedad. Se puede propagar a través del contacto con otros fluidos corporales, compartir agujas o tener relaciones sexuales sin protección.

¿Cuáles son los síntomas?

Algunas personas no presentan síntomas y si los presentan pueden tener fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náusea, dolor abdominal, orina oscura, heces color arcilla, dolor de articulaciones coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) presentándose entre dos semas y seis meses después de haberse infectado.

Si es una infección crónica es posible que los síntomas de presenten años después, provocando cirrosis (cicatrización del hígado, insuficiencia hepática, cáncer de hígado. El tratamiento y prevención puede evitar complicaciones.

El diagnóstico se hace con un examen de sangre que detecta los anticuerpos contra hepatitis A, los llamados inmonuglobulinas.

En el caso de la hepatitis A, para evitar contagios es importante la higiene en la preparación de alimentos así como la vacunación.

Mientras que la B es potencialmente mortal, causada por el virus de la hepatitis B (VHB) que se trasmite por contacto con la sangre y líquidos de una persona infectada, mediante vía sexual, es una de las principales causas de cirrosis y cáncer de hígado. Se puede prevenir vacunándose, puede tratarse con fármacos y agentes antivirales.

En el caso de la C, entre un 15 y 45 por ciento de las personas infectadas elimina el virus en un plazo de seis meses sin necesidad de tratamiento. El 55 y 85 por ciento desarrollará infección crónica. Se transmite por productos sanguíneos infectados por el VHC. El periodo de incubación puede variar de dos semanas a seis meses.

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La infección con VHC se diagnostica con una prueba que detecte el ácido ribonucleico RNA del virus, una prueba de laboratorio para identificar el genotipo del virus ya que su tratamiento, según el genotipo es diferente.

En la D es la más grave, los pacientes que la presentan suelen tener antecedentes de la B. Ocurren en personas infectadas por el VHB. La doble infección por el VHD y VHB puede provocar enfermedad más grave, riesgo de cirrosis y cáncer hepático.

La hepatitis E es una enfermedad por el agua, de ahí que haya habido brotes importantes atribuidos a alimentos contaminados. La prevención es la medida más eficaz contra la enfermedad.