El gobernador del estado de Querétaro, Mauricio Kuri González, dio a conocer que, de manera permanente se cuidan las zonas limítrofes de la entidad en coordinación con cuerpos de seguridad locales y de la federación para garantizar la tranquilidad de los queretanos.
Lo anterior, tras cuestionar su opinión sobre la detención de presuntos asaltantes la madrugada del pasado sábado en la carretera de San Miguel de Allende a Querétaro en las inmediaciones de la comunidad de La Cañada, acto que desencadenó el despliegue de las corporaciones en gran parte del territorio colindante con Guanajuato.
Indicó que, de acuerdo con los informes que se emitieron por parte de las autoridades es que, los detenidos habrán querido lanzar piedras hacia los circulantes para poderlos despejar de sus pertenencias y que, fue cuando comenzó la movilización de las unidades.
“Lo que tengo entendido es que, en la parte de Guanajuato estaban queriendo asaltar con piedras y la Policía Municipal de San Miguel de Allende se enfrentó y también hubo personas que perdieron la vida. Siempre estamos cuidando todas las fronteras y sobre todo fronteras complicadas y en esta zona si ustedes recuerdan tenemos la presencia de la policía estatal”.
Recordó que los municipios colindantes de Querétaro con entidades con problemas de inseguridad, se han ido fortaleciendo en materia de adquisición de tecnología y mayor numero de unidades para la respuesta de los llamados de emergencia como es el caso de Corregidora, San Juan del Río, El Marques, Amealco de Bonfil, entre otros, añadió.
Kuri González recalcó que, esta entidad es segura y de paz, y que es por ello que se busca generar una sinergia para evitar la entrada a quienes quieran romper este panorama que ha prevalecido a lo largo de la presente administración estatal.
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En este sentido, subrayó que, es de gran relevancia los reportes de parte de la población para poder dar con estas personas, y todas aquellas que quieran vulnerar la seguridad en cualquiera e los 18 municipios, tomando en cuenta que la cuestión de arrojar piedras ya era un tema que se había visto en la carretera federal 57, en las inmediaciones de San Juan del Río.
