/ viernes 22 de marzo de 2024

Contraluz | Semana Santa 


La Semana Santa se acerca y este 22 de marzo se celebra el Viernes de Dolores que se incluye dentro de la Semana de Pasión, es decir, la última semana de Cuaresma, y conmemora el sufrimiento de la Virgen María por la pasión y crucifixión de Jesús.

La conmemoración litúrgica del Viernes de Dolores se remonta al siglo XV y su celebración está muy arraigada en países de Europa y Latinoamérica.

En Querétaro tiene una significación muy especial pues se tiene aquí a la Virgen de los Dolores de Soriano. Como se recordará, se trata de una imagen de madera policromada muy venerada especialmente en toda la zona del Bajío, que fue coronada pontificalmente en nombre del Papa Paulo VI por monseñor Don Alfonso Toriz Cobián en 1964 y posteriormente nombrada Excelsa patrona de la diócesis de Querétaro por bula pontificia, también de Paulo VI en el año de 1969.

Posteriormente, en 2009 Benedicto XVI proclamó al santuario de Soriano, Basílica Menor de la Bienaventurada Virgen de los Dolores de Soriano.

La escultura de la Virgen María ha sido venerada por más de trecientos años en esa localidad en lo que fuera la misión chichimeca de Santo Domingo de Soriano.

El canónigo Rafael Herrera escribió: “Seguramente esta imagen fue traída de España… y entregada a los frailes dominicos de Zimapán, quienes al levantar la misión de Maconí, la llevaron a ese lugar. Allí en el año de 1700 –durante rebelíón de indios jonaces- quemaron la iglesia de la misión y la imagen quedó sepultada durante 14 años bajo las ruinas hasta que en 1714 los misioneros dominicos la trasladaron a Soriano”.

Para el 19 de marzo de 1880 el cura de Tolimanejo, hoy Colón, Ramón de La Vega emprendió la construcción, al lado del templo de la misión dominica, de una nueva Iglesia dedicada a la Virgen de los Dolores que el entonces obispo de Querétaro don Manuel Rivera Muñoz bendijo y consagró el 18 de marzo de 1912.

La fiesta grande en honor a la virgen de los Dolores de Soriano, patrona de la Diócesis de Querétaro, se celebrará el Viernes de Dolores por lo que hoy el obispo de Querétaro, don Fidencio López Plaza, oficiará la Santa Misa a las 12:00 horas en el atrio de la Basílica.

De acuerdo con la Diócesis, se esperaba a un millón de fieles que visiten la Basílica de la Virgen y se sumen a los eventos como peregrinaciones, eucaristías y rosarios que se realizan a lo largo de todo el mes de marzo.

Este año se esperaba el arribo de 42 peregrinaciones de varios estados como Hidalgo, Estado de México y Guanajuato; así como de diferentes municipios de la entidad.

Como queda establecido, a esta fiesta se suman este año las celebraciones por los 160 años de la fundación de la Diócesis de Querétaro; los 60 años de la coronación de la Virgen del Soriano como patrona de la Diócesis de Querétaro; así como los 15 años de que se elevó a dicho santuario mariano a la categoría de Basílica Menor.

Muchas personas, según registros en exvotos resguardados en la Basílica, han recibido la bendición de la Dolorosa de Soriano. Las multitudinarias peregrinaciones que llegan a los pies de la Virgen son esencialmente manifestación de gratitudes por favores recibidos.

Semana Santa

Por lo demás vale anotar que la Semana Santa en Querétaro se ha convertido en una conjunción de celebraciones religiosas, tradiciones y vacaciones que han evolucionado con el tiempo sin perder su esencia, aún en medio del recreo, como tiempo de oración, reflexión y gratitudes. Vivimos tiempos en los que quizá se medite y reflexione poco en relación a otras épocas. Sin embargo el ejercicio de discernir es hoy un imperativo que a todos compete y de todos requiere en nuestra patria y en todo el mundo, sacudido por nuevas formas de autoritarismo y populismo que cuestionan los necesarios equilibrios democráticos, sociales y políticos aprovechando sin recato el anonimato, el bombardeo mediático y el alejamiento del ejercicio del debate inteligente, la discusión sincera y la reiteración e inmediatez de la retórica del poder y desde el poder.

La Semana Santa podrá ser, y está bien, tiempo de descanso y de reposo, pero es también oportunidad para volver la vista a la naturaleza, para alimentar nuestro ser espiritual y dar tiempo a la serenidad, a la empatía, al diálogo con los demás y con uno mismo, para realmente aportar lo que cada cual deba y pueda para ser mejores como individuos, como familias y como comunidad.

En las últimas décadas Querétaro ha cambiado y mucho. Hay crecimiento en todos sentidos y logros importantes en casi todas las áreas de la convivencia, la educación el orden y la paz.

Pero por fortuna la fe y la tradición tienen poder de embebernos también en los pliegues más humanos y más veraces de nuestra condición.

Por ello, quizá uno de los grandes valores de nuestro Querétaro de hoy es que ha sabido avanzar en desarrollo, material, económico y comunitario, sin dejar de lado el alimento espiritual ese que tiene como frutos el amor, la generosidad, la paz y la justicia.

Y Semana Santa es, aún hoy en día, buen tiempo para meditar y vivir lo que hemos sido, lo que podremos ser y lo que queremos ser. Las celebraciones tradicionales de carácter religioso nos recuerdan la pasión y muerte de Jesucristo.

Todo comienza el Domingo de Ramos con la humilde entrada de Jesús a Jerusalén en medio de palmas y cánticos de Hosanna.

Jueves Santo se recuerda la instauración de la Eucaristía en la última Cena por lo que se realiza después de la ceremonia en que se recuerda también a Jesús lavando los pies a sus apóstoles, la Visita de los Siete Altares mismos que son ornamentados con vasijas en las que sobresalen plantas de trigo color miel que contrastan con el morado de las escalinatas. Color de las telas con las que son cubiertas las imágenes de los santos en señal de duelo y contrición.

El Viernes Santo se llevan a cabo las tradicionales representaciones de la Pasión y Muerte de Jesús destacando las de La Cañada, Santa María Magdalena, San Sebastián, Satélite.

Representaciones similares se realizan entre rituales en prácticamente todos los municipios destacando El Marqués, Corregidora, Jalpan, Tolimán, Cadereyta, Amealco y Peñamiller.

Aunque persiste en alguna medida la Quema de Judas durante el Sábado Santo, esta tradición fue retirada oficialmente pues en dicho día persiste el luto por la muerte de Jesús.

La noche del Sábado Santo, en la ceremonia y rito más trascendente, se lleva a cabo el encendido del Fuego Nuevo en los atrios de los templos y se festeja con procesión hacia el interior de los templos, con cánticos, música, luces y repiques de campanas la Resurrección de Jesús.

Vale anotar que en estos días, algunos de los templos de Querétaro ofrecen a los fieles Conciertos de Música Sacra, tanto instrumentales como de coros destacándose en los últimos tiempos el de Federico Hernández (qepd) en el templo de San Antonio y La Congregación; así como el del Conservatorio de Música José Guadalupe Velázquez.


La Semana Santa se acerca y este 22 de marzo se celebra el Viernes de Dolores que se incluye dentro de la Semana de Pasión, es decir, la última semana de Cuaresma, y conmemora el sufrimiento de la Virgen María por la pasión y crucifixión de Jesús.

La conmemoración litúrgica del Viernes de Dolores se remonta al siglo XV y su celebración está muy arraigada en países de Europa y Latinoamérica.

En Querétaro tiene una significación muy especial pues se tiene aquí a la Virgen de los Dolores de Soriano. Como se recordará, se trata de una imagen de madera policromada muy venerada especialmente en toda la zona del Bajío, que fue coronada pontificalmente en nombre del Papa Paulo VI por monseñor Don Alfonso Toriz Cobián en 1964 y posteriormente nombrada Excelsa patrona de la diócesis de Querétaro por bula pontificia, también de Paulo VI en el año de 1969.

Posteriormente, en 2009 Benedicto XVI proclamó al santuario de Soriano, Basílica Menor de la Bienaventurada Virgen de los Dolores de Soriano.

La escultura de la Virgen María ha sido venerada por más de trecientos años en esa localidad en lo que fuera la misión chichimeca de Santo Domingo de Soriano.

El canónigo Rafael Herrera escribió: “Seguramente esta imagen fue traída de España… y entregada a los frailes dominicos de Zimapán, quienes al levantar la misión de Maconí, la llevaron a ese lugar. Allí en el año de 1700 –durante rebelíón de indios jonaces- quemaron la iglesia de la misión y la imagen quedó sepultada durante 14 años bajo las ruinas hasta que en 1714 los misioneros dominicos la trasladaron a Soriano”.

Para el 19 de marzo de 1880 el cura de Tolimanejo, hoy Colón, Ramón de La Vega emprendió la construcción, al lado del templo de la misión dominica, de una nueva Iglesia dedicada a la Virgen de los Dolores que el entonces obispo de Querétaro don Manuel Rivera Muñoz bendijo y consagró el 18 de marzo de 1912.

La fiesta grande en honor a la virgen de los Dolores de Soriano, patrona de la Diócesis de Querétaro, se celebrará el Viernes de Dolores por lo que hoy el obispo de Querétaro, don Fidencio López Plaza, oficiará la Santa Misa a las 12:00 horas en el atrio de la Basílica.

De acuerdo con la Diócesis, se esperaba a un millón de fieles que visiten la Basílica de la Virgen y se sumen a los eventos como peregrinaciones, eucaristías y rosarios que se realizan a lo largo de todo el mes de marzo.

Este año se esperaba el arribo de 42 peregrinaciones de varios estados como Hidalgo, Estado de México y Guanajuato; así como de diferentes municipios de la entidad.

Como queda establecido, a esta fiesta se suman este año las celebraciones por los 160 años de la fundación de la Diócesis de Querétaro; los 60 años de la coronación de la Virgen del Soriano como patrona de la Diócesis de Querétaro; así como los 15 años de que se elevó a dicho santuario mariano a la categoría de Basílica Menor.

Muchas personas, según registros en exvotos resguardados en la Basílica, han recibido la bendición de la Dolorosa de Soriano. Las multitudinarias peregrinaciones que llegan a los pies de la Virgen son esencialmente manifestación de gratitudes por favores recibidos.

Semana Santa

Por lo demás vale anotar que la Semana Santa en Querétaro se ha convertido en una conjunción de celebraciones religiosas, tradiciones y vacaciones que han evolucionado con el tiempo sin perder su esencia, aún en medio del recreo, como tiempo de oración, reflexión y gratitudes. Vivimos tiempos en los que quizá se medite y reflexione poco en relación a otras épocas. Sin embargo el ejercicio de discernir es hoy un imperativo que a todos compete y de todos requiere en nuestra patria y en todo el mundo, sacudido por nuevas formas de autoritarismo y populismo que cuestionan los necesarios equilibrios democráticos, sociales y políticos aprovechando sin recato el anonimato, el bombardeo mediático y el alejamiento del ejercicio del debate inteligente, la discusión sincera y la reiteración e inmediatez de la retórica del poder y desde el poder.

La Semana Santa podrá ser, y está bien, tiempo de descanso y de reposo, pero es también oportunidad para volver la vista a la naturaleza, para alimentar nuestro ser espiritual y dar tiempo a la serenidad, a la empatía, al diálogo con los demás y con uno mismo, para realmente aportar lo que cada cual deba y pueda para ser mejores como individuos, como familias y como comunidad.

En las últimas décadas Querétaro ha cambiado y mucho. Hay crecimiento en todos sentidos y logros importantes en casi todas las áreas de la convivencia, la educación el orden y la paz.

Pero por fortuna la fe y la tradición tienen poder de embebernos también en los pliegues más humanos y más veraces de nuestra condición.

Por ello, quizá uno de los grandes valores de nuestro Querétaro de hoy es que ha sabido avanzar en desarrollo, material, económico y comunitario, sin dejar de lado el alimento espiritual ese que tiene como frutos el amor, la generosidad, la paz y la justicia.

Y Semana Santa es, aún hoy en día, buen tiempo para meditar y vivir lo que hemos sido, lo que podremos ser y lo que queremos ser. Las celebraciones tradicionales de carácter religioso nos recuerdan la pasión y muerte de Jesucristo.

Todo comienza el Domingo de Ramos con la humilde entrada de Jesús a Jerusalén en medio de palmas y cánticos de Hosanna.

Jueves Santo se recuerda la instauración de la Eucaristía en la última Cena por lo que se realiza después de la ceremonia en que se recuerda también a Jesús lavando los pies a sus apóstoles, la Visita de los Siete Altares mismos que son ornamentados con vasijas en las que sobresalen plantas de trigo color miel que contrastan con el morado de las escalinatas. Color de las telas con las que son cubiertas las imágenes de los santos en señal de duelo y contrición.

El Viernes Santo se llevan a cabo las tradicionales representaciones de la Pasión y Muerte de Jesús destacando las de La Cañada, Santa María Magdalena, San Sebastián, Satélite.

Representaciones similares se realizan entre rituales en prácticamente todos los municipios destacando El Marqués, Corregidora, Jalpan, Tolimán, Cadereyta, Amealco y Peñamiller.

Aunque persiste en alguna medida la Quema de Judas durante el Sábado Santo, esta tradición fue retirada oficialmente pues en dicho día persiste el luto por la muerte de Jesús.

La noche del Sábado Santo, en la ceremonia y rito más trascendente, se lleva a cabo el encendido del Fuego Nuevo en los atrios de los templos y se festeja con procesión hacia el interior de los templos, con cánticos, música, luces y repiques de campanas la Resurrección de Jesús.

Vale anotar que en estos días, algunos de los templos de Querétaro ofrecen a los fieles Conciertos de Música Sacra, tanto instrumentales como de coros destacándose en los últimos tiempos el de Federico Hernández (qepd) en el templo de San Antonio y La Congregación; así como el del Conservatorio de Música José Guadalupe Velázquez.