2021 es año de dos importantes conmemoraciones históricas para México, primeramente, los 500 años de la caída de Tenochtitlan ocurrida el 13 de agosto de 1521 y por otro lado el bicentenario la Consumación de la Independencia, dada el 27 de septiembre de 1821.
Refiriéndome a la primera, la caída de la gran Tenochtitlan, una ciudad que tiene sus antecedentes hace más de 700 años cuando ocurrió su fundación lunar, un tema que se ha estudiado ampliamente. Una guerra que tuvo entre sus causas estuvieron principalmente las psicológicas, de salud, económicas y militares. El 13 de agosto de 1521 marcó el fin de la resistencia mexica en contra de las huestes de Hernán Cortés y sus aliados indígenas enemigos de Tenochtitlan, guerra que se había prolongado por cerca de tres meses, durante los cuales los combates se sucedieron uno tras otro. Mientras los peninsulares conformaron, con miles de aliados indígenas enemistados con la Triple Alianza y su dominio tributario, un formidable ejército, los mexicas resistían al interior de las ciudades de Tenochtitlan y Tlatelolco. Una vez logrado el triunfo militar, se dio paso a una lucha ahora más ardua: la ideológica.
Después de siete siglos de grandeza, la caída de Tenochtitlan fue una de las guerras e invasiones más violentas en la historia de Mesoamérica. El pueblo mexica fue devastado por el conflicto, el hambre y otras cosas como las epidemias terribles que diezmaron a la población. La invasión o conquista española provocó destrucción y trauma. Sin embargo, contrario a lo que se suele pensar, los dramáticos acontecimientos ocurridos entre los años 1519 y 1521, aunque afectaron hondamente a Mesoamérica, no trajeron consigo su total desaparición. Ni la Conquista concluyó en 1521, ni tampoco se produjo de repente en 1519.
Por otro lado, la otra conmemoración del bicentenario de la Independencia de México, consumada por Agustín de Iturbide a la cabeza del Ejército de las Tres Garantías, fue un hecho que marcó de manera definitiva nuestra independencia de la Corona española. El movimiento de Independencia que se desarrolló entre los años de 1808 y 1821, es en la historia mexicana el segundo proceso intensamente dinámico después de la Conquista, y es el que inicia a principios del siglo XIX una sucesión de movimientos históricos de igual intensidad. La entrada que el Ejército Trigarante hizo con toda solemnidad a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, marcó el fin de la lucha por la independencia de México. Al consumarse la emancipación terminó este periodo, que marca el principio de nuestra vida nacional y el fin de 300 años de sujeción y dominio político por parte de España.
Para este año, estas dos conmemoraciones serán atendidas a nivel nacional a través de la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos, Procesos y Personajes Históricos de México, la cual ha anunciado 15 principales conmemoraciones en este 2021: 14 de febrero. 190 aniversario luctuoso de Vicente Guerrero; 24 de febrero. 200 años de la Promulgación del Plan de Iguala; 25 de marzo. Día de la victoria de Champotón; 03 de mayo. Cruz Parlante y fin de la Guerra de Castas. Ceremonia del Perdón; 13 de mayo. 700 años de Fundación Lunar de la Ciudad de México; 14-17 de mayo. Ceremonia del Perdón a los inmigrantes de China; 19 de junio. 100 años del fallecimiento de Ramón López Velarde; 24 de julio. Nacimiento de Simón Bolívar El Libertador; 13 de agosto. 500 años de Resistencia Indígena. 1521 Toma de México Tenochtitlán; 24 de agosto. Firma de los Tratados de Córdoba; 15 de septiembre. Grito de Independencia; 16 de septiembre. Desfile cívico militar; 27 de septiembre. 200 años de la Consumación de la Independencia; 28 de septiembre. Ceremonia del Perdón a los Pueblos Originarios; y 30 de septiembre. Natalicio de José María Morelos y Pavón.
Desde luego que todas los estados y municipios habrán de conmemorar. San Juan del Río, en particular, tiene mucho que conmemorar sobre todo en lo que al bicentenario de la Consumación de la Independencia respecta, puesto que aquí ocurrieron diversos hechos históricos de relevancia para lograr el cometido.
El sentido de estas conmemoraciones encuadra en recuperar nuestra memoria histórica, encontrarnos en nuestra diversidad étnica, lingüística, geográfica y cultural en su sentido más amplio; comprensión de los momentos difíciles o catastróficos que nos han ido conformando como país; refrendar los valores, anhelos y principios que han motivado la lucha de los pueblos y de las y los mexicanos, así como la capacidad que debemos de mirar hacia un porvenir de esperanza y unidad para un destino mejor.
