/ martes 6 de junio de 2023

#EntreNetas | Más violencia que nunca


Nueve de las diez ciudades más violentas del mundo están en México. Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan, Ciudad Juárez y Acapulco son las ciudades que registran la tasa más alta de homicidios por cada 100,000 habitantes. Si se extiende la búsqueda encontramos que 17 de las 50 ciudades con más asesinatos son mexicanas. Este ranking elaborado en 2022 por el Consejo para la Seguridad Pública y la Justicia Penal marca una tendencia que ha tocado ya su punto más alto: el sexenio de López Obrador ha superado el número de homicidios de los sexenios anteriores de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa. Quien como aguerrido opositor hizo de la seguridad pública una de sus principales banderas, recontando las muertes de la “guerra de Calderón”, hoy ha establecido su propio record y pasará a la historia como el gobierno con la mayor cantidad de muertes por arriba de las 156,000, ocasionadas por homicidios.

La promesa de pacificar al país no se cumplió. Las justificaciones sobran y la estrategia de “abrazos y no balazos” falla. La violencia es la constante mientras los pretextos sobresalen. Todos los días más de 75 mexicanos mueren violentamente. El crimen organizado manda en cientos de poblados en tanto el gobierno federal se esconde.

Ante la evidencia de los datos de su propio gobierno – Instituto Nacional de Geografía y Estadística y Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública- el presidente López Obrador ha tenido que reconocer que su sexenio es el que registra el mayor número de homicidios en toda la historia. La semana pasada ironizó ante los medios de comunicación: “Que barbaridad, el gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios”, le siguieron las justificaciones.

López Obrador, candidato, sostuvo siempre que en el corto tiempo podría resolver el problema de la violencia y la inseguridad, pero ocurrió lo contrario. Lleva más de 4 años gobernando y es evidente que no puede. Culpa al pasado rehuyendo del presente. La cuarta transformación ha consolidado su legado; son ya, incontrovertiblemente, el sexenio más violento de nuestra historia.


*Diputado Federal PAN



Nueve de las diez ciudades más violentas del mundo están en México. Colima, Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan, Ciudad Juárez y Acapulco son las ciudades que registran la tasa más alta de homicidios por cada 100,000 habitantes. Si se extiende la búsqueda encontramos que 17 de las 50 ciudades con más asesinatos son mexicanas. Este ranking elaborado en 2022 por el Consejo para la Seguridad Pública y la Justicia Penal marca una tendencia que ha tocado ya su punto más alto: el sexenio de López Obrador ha superado el número de homicidios de los sexenios anteriores de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa. Quien como aguerrido opositor hizo de la seguridad pública una de sus principales banderas, recontando las muertes de la “guerra de Calderón”, hoy ha establecido su propio record y pasará a la historia como el gobierno con la mayor cantidad de muertes por arriba de las 156,000, ocasionadas por homicidios.

La promesa de pacificar al país no se cumplió. Las justificaciones sobran y la estrategia de “abrazos y no balazos” falla. La violencia es la constante mientras los pretextos sobresalen. Todos los días más de 75 mexicanos mueren violentamente. El crimen organizado manda en cientos de poblados en tanto el gobierno federal se esconde.

Ante la evidencia de los datos de su propio gobierno – Instituto Nacional de Geografía y Estadística y Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública- el presidente López Obrador ha tenido que reconocer que su sexenio es el que registra el mayor número de homicidios en toda la historia. La semana pasada ironizó ante los medios de comunicación: “Que barbaridad, el gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios”, le siguieron las justificaciones.

López Obrador, candidato, sostuvo siempre que en el corto tiempo podría resolver el problema de la violencia y la inseguridad, pero ocurrió lo contrario. Lleva más de 4 años gobernando y es evidente que no puede. Culpa al pasado rehuyendo del presente. La cuarta transformación ha consolidado su legado; son ya, incontrovertiblemente, el sexenio más violento de nuestra historia.


*Diputado Federal PAN