/ martes 23 de abril de 2024

#EntreNetas | Radicalismo


A poco más de una semana de haber iniciado las campañas locales y a más de la mitad del camino de las campañas federales, es abrumante el discurso radical de Morena y sus aliados. Solo ellos poseen la verdad relativa y absoluta; solo en ellos ajustan las propuestas sociales y el derecho a la crítica. Solamente existe un pasado, con una sola historia: la que les beneficia exclusivamente a ellos. Radicalismo, que según la Academia de la Lengua Española significa modo extremado de tratar los asuntos. Critican los resultados que sus gobiernos no han dado. Juzgan a modo, culpan y exculpan a discreción. Tergiversan hechos e inventan sucesos.

Llevan la conversación al extremo. Los programas sociales, son exclusividad de ellos, la inseguridad es de Calderón a pesar de llevar 5 años gobernando al país y gobernando en la actualidad en 23 Estados, entre ellos los más inseguros.

En Querétaro critican el servicio de agua potable, a pesar de existir una cobertura del 97% y tener el mayor proyecto de abasto y reúso de agua más importante del país – con el aval del presidente López Obrador- en tanto en la Ciudad de México, en donde mal gobiernan, hay desabasto y distribuyen agua contaminada.

Cada palabra lanzada lleva el dardo de la división, la mentira y la radicalidad. Olvidan a Aristóteles al decir que “La virtud está en el punto medio entre dos extremos viciosos”.

La llegada de políticos exagerados, fanáticos e intolerantes, provoca la estructuración de gobiernos autoritarios que cancelan toda posibilidad de acuerdo, diálogo o consenso, no admitiendo crítica ni participación ciudadana alguna.

Radicalidad, el sello distintivo por el que México no prospera, ni avanza.


*Diputado Federal



A poco más de una semana de haber iniciado las campañas locales y a más de la mitad del camino de las campañas federales, es abrumante el discurso radical de Morena y sus aliados. Solo ellos poseen la verdad relativa y absoluta; solo en ellos ajustan las propuestas sociales y el derecho a la crítica. Solamente existe un pasado, con una sola historia: la que les beneficia exclusivamente a ellos. Radicalismo, que según la Academia de la Lengua Española significa modo extremado de tratar los asuntos. Critican los resultados que sus gobiernos no han dado. Juzgan a modo, culpan y exculpan a discreción. Tergiversan hechos e inventan sucesos.

Llevan la conversación al extremo. Los programas sociales, son exclusividad de ellos, la inseguridad es de Calderón a pesar de llevar 5 años gobernando al país y gobernando en la actualidad en 23 Estados, entre ellos los más inseguros.

En Querétaro critican el servicio de agua potable, a pesar de existir una cobertura del 97% y tener el mayor proyecto de abasto y reúso de agua más importante del país – con el aval del presidente López Obrador- en tanto en la Ciudad de México, en donde mal gobiernan, hay desabasto y distribuyen agua contaminada.

Cada palabra lanzada lleva el dardo de la división, la mentira y la radicalidad. Olvidan a Aristóteles al decir que “La virtud está en el punto medio entre dos extremos viciosos”.

La llegada de políticos exagerados, fanáticos e intolerantes, provoca la estructuración de gobiernos autoritarios que cancelan toda posibilidad de acuerdo, diálogo o consenso, no admitiendo crítica ni participación ciudadana alguna.

Radicalidad, el sello distintivo por el que México no prospera, ni avanza.


*Diputado Federal