/ martes 31 de octubre de 2023

Querétaro es transformación | Dignidad para las y los artesanos indígenas


Al interior del estado se observa un constante movimiento migratorio de las comunidades indígenas, principalmente de Tolimán, Cadereyta y Amealco, las cuales se desplazan a la capital queretana para vender sus artesanías. De acuerdo con un censo realizado por la “Casa Queretana de las Artesanías” ubicada en la capital, son 3,500 los artesanos registrados para incorporarse a la misma, sin embargo existen muchas personas más que, no accedieron a dicho registro y siguen ocupando las calles del centro histórico para exponer y vender sus mercancías.

Las y los artesanos indígenas diariamente se enfrentan a la discriminación social y a la apropiación cultural por parte de un sistema económico que ofrece sus tradiciones como algo folclórico y pintoresco para atraer al turismo, sin otorgarles verdaderos beneficios, es decir, mientras sus artesanías son regateadas en las calles, al mismo tiempo se observan locales, con una imagen atractiva y moderna, con el mismo producto a un precio exagerado. Ante esto, el mayor problema no es la reproducción y vente de un objeto cultural, sino la apropiación del mismo.

Por tanto, es necesario pensar en estrategias que también les permitan a las comunidades indígenas generar emprendimientos, oportunidades laborales y desarrollo económico. Se requieren espacios de capacitación en donde se les enseñe a los artesanos indígenas a crear y administrar su propio negocio; pero sobre todo, requieren espacios dignos, seguros y accesibles para ofrecer sus productos.

México se está transformando y Querétaro no puede quedarse fuera. La inequidad y discriminación que viven nuestros pueblos originarios es una realidad, debemos fomentar su inclusión integral al sistema social, económico y cultural, para que nadie se quede fuera; ellas y ellos merecen ser parte del progreso.


*Diputado local por Morena



Al interior del estado se observa un constante movimiento migratorio de las comunidades indígenas, principalmente de Tolimán, Cadereyta y Amealco, las cuales se desplazan a la capital queretana para vender sus artesanías. De acuerdo con un censo realizado por la “Casa Queretana de las Artesanías” ubicada en la capital, son 3,500 los artesanos registrados para incorporarse a la misma, sin embargo existen muchas personas más que, no accedieron a dicho registro y siguen ocupando las calles del centro histórico para exponer y vender sus mercancías.

Las y los artesanos indígenas diariamente se enfrentan a la discriminación social y a la apropiación cultural por parte de un sistema económico que ofrece sus tradiciones como algo folclórico y pintoresco para atraer al turismo, sin otorgarles verdaderos beneficios, es decir, mientras sus artesanías son regateadas en las calles, al mismo tiempo se observan locales, con una imagen atractiva y moderna, con el mismo producto a un precio exagerado. Ante esto, el mayor problema no es la reproducción y vente de un objeto cultural, sino la apropiación del mismo.

Por tanto, es necesario pensar en estrategias que también les permitan a las comunidades indígenas generar emprendimientos, oportunidades laborales y desarrollo económico. Se requieren espacios de capacitación en donde se les enseñe a los artesanos indígenas a crear y administrar su propio negocio; pero sobre todo, requieren espacios dignos, seguros y accesibles para ofrecer sus productos.

México se está transformando y Querétaro no puede quedarse fuera. La inequidad y discriminación que viven nuestros pueblos originarios es una realidad, debemos fomentar su inclusión integral al sistema social, económico y cultural, para que nadie se quede fuera; ellas y ellos merecen ser parte del progreso.


*Diputado local por Morena