/ jueves 28 de marzo de 2024

Rompe el silencio | La mujer en AA


Buenos días, compañeros alcohólicos, personas no alcohólicas y profesionales que hoy nos acompañan mi nombre es Lili V. Y soy un miembro más de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos. Es para mí un honor compartir con ustedes en este día el tema de la mujer en AA, principalmente porque el método de recuperación del Alcoholismo les ha servido a muchas personas que incluso no tienen la enfermedad pero que han encontrado una mejor manera de vivir desde que conocieron y practicaron el programa.

Desde que inicia Alcohólicos anónimos la mujer ha estado presente siendo un apoyo para el esposo alcohólico, una madre, una hermana, una amiga, mujeres que han motivado a qué sus enfermos busquen su recuperación.

Por mencionar a algunas: Lois, esposa de Bill W., cofundador de AA quien después de haber vivido al lado de un borracho ya desahuciado por los médicos y que al verlo después de que él experimentará una transformación espiritual, mencionara que: "Sus ojos estaban llenos de luz todo su ser expresaba esperanza y alegría. A partir de ahí compartí su confianza en el futuro" Y por fin si tenían un futuro. Recibió en su casa a muchos borrachos y les preparó café y comida todo en propósito de transmitir el mensaje. También está Henrieta Selberling que fue el contacto por el cual Bill W. Le transmitirá el mensaje al Doctor Bob. Mencionado al tomar la llamada y saber que Bill era un compañero de los grupos Oxford y un borracho que quería hablar con otro, que esto era: "realmente mana del cielo", ya que el doctor Bob había admitido unos días atrás que era un bebedor y por consiguiente ella decía que está llamada para que se reunieran, era la respuesta a su honestidad. Siendo esta reunión el nacimiento de nuestra comunidad.

Y así como ellas muchas mujeres son parte de la comunidad de AA llegando al punto de que a diario se comparten experiencias en nuestros grupos que nos llevan a la finalidad de seguir transmitiendo el mensaje.

Ya que el alcoholismo es una enfermedad y no cuestión moral o de costumbre (aunque se afecta ambos) debe tratarse como un problema de salud. Entonces ¿no es el individuo alcohólico una persona enferma? Por supuesto que sí. Está idea no es tan fácil de ser aceptada cuando el enfoque se reduce a una compañera de trabajo, una vecina, una amiga o usted misma.

Es así como quiero contarles mi historia a pesar de haber conocido el mensaje de Alcohólicos anónimos en otros esfuerzos a los 21 años no creía que yo fuese una de ellos, es más no quería dejar de beber sin embargo tampoco quería volver a sufrir una resaca moral en la que no me acordará de lo que había hecho una noche anterior , ese sensación de sentirme perdida me causaba mucha inseguridad y hacía que viera mi situación de una manera catastrófica y que todo lo que hiciese IVA a terminar mal , sintiéndome una persona tan infeliz con o sin pareja, que estaba a punto de perder los estudios, que ya no vivía en casa de mis padres porque por lo regular me quedaba en la casa de mis amigos en dónde había sido la fiesta anterior, teniendo pesadillas, escuchando voces y esa percepción de que siempre alguien te está siguiendo, hoy sé que eran los delirios provocados por mi Alcoholismo y es por eso que me quedo en ese grupo y como regañada empiezo a conocer el programa a través de la literatura, la cual quería leer solo para identificar y demostrarme que yo no tenía esa enfermedad, me abstuve por unos meses tratando de experimentar que yo podía sola, hasta que vino la última vez que bebi, el día de mi cumpleaños 22, rodeada de mi familia y amigos la celebración era complaciente hasta que mi exnovio que ahora se presentaba con su nueva novia y examiga mía me preguntó si podíamos comprar unas cervezas a lo que dije que sí, con lo poco que sabía de los síntomas del bebedor problema me di cuenta que yo también bebía cuando no quería hacerlo, que mi mente se deformaba con una copa generando beber una más y otra hasta perder la cuenta y sobre todo que la poca confianza que mi madre había comenzaba a tener en mí, en un dos por tres volvía a desaparecer, al ver cómo ella se retiraba de la mesa decidí terminar con todo, partir el pastel y despedir a mis invitados. Al sentirme tan impotente por primera vez en la soledad conmigo misma le pido a un poder superior que me ayudara incluso retándolo le dije: si realmente existes ayúdame a dejar de beber.

Me quedé callada por varios días asistiendo al grupo pude llevar el plan de las 24 horas y las primeras me costaron tanto que solo asistir a las reuniones me motivaba para no querer quitarme la vida, no solo tenía un problema con la bebida, tenía realmente una enfermedad. Así que comencé a hablar con los compañeros a escuchar sus experiencias y a identificar mis propios defectos de carácter comenzando a realizar un autoanálisis y catarsis para que pronto pudiera restablecer mis relaciones personales ya que se habían ocasionado bastantes daños necesitaba enmendar y pedir disculpas a las personas que amaba mi familia, es entonces que a través de hacerme responsable de mis actos, de asistir a mis reuniones, ser parte de la unidad de Alcohólicos anónimos y el día de hoy participar en un servicio, como se ha podido recuperar la confianza de quienes me aprecian.



Buenos días, compañeros alcohólicos, personas no alcohólicas y profesionales que hoy nos acompañan mi nombre es Lili V. Y soy un miembro más de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos. Es para mí un honor compartir con ustedes en este día el tema de la mujer en AA, principalmente porque el método de recuperación del Alcoholismo les ha servido a muchas personas que incluso no tienen la enfermedad pero que han encontrado una mejor manera de vivir desde que conocieron y practicaron el programa.

Desde que inicia Alcohólicos anónimos la mujer ha estado presente siendo un apoyo para el esposo alcohólico, una madre, una hermana, una amiga, mujeres que han motivado a qué sus enfermos busquen su recuperación.

Por mencionar a algunas: Lois, esposa de Bill W., cofundador de AA quien después de haber vivido al lado de un borracho ya desahuciado por los médicos y que al verlo después de que él experimentará una transformación espiritual, mencionara que: "Sus ojos estaban llenos de luz todo su ser expresaba esperanza y alegría. A partir de ahí compartí su confianza en el futuro" Y por fin si tenían un futuro. Recibió en su casa a muchos borrachos y les preparó café y comida todo en propósito de transmitir el mensaje. También está Henrieta Selberling que fue el contacto por el cual Bill W. Le transmitirá el mensaje al Doctor Bob. Mencionado al tomar la llamada y saber que Bill era un compañero de los grupos Oxford y un borracho que quería hablar con otro, que esto era: "realmente mana del cielo", ya que el doctor Bob había admitido unos días atrás que era un bebedor y por consiguiente ella decía que está llamada para que se reunieran, era la respuesta a su honestidad. Siendo esta reunión el nacimiento de nuestra comunidad.

Y así como ellas muchas mujeres son parte de la comunidad de AA llegando al punto de que a diario se comparten experiencias en nuestros grupos que nos llevan a la finalidad de seguir transmitiendo el mensaje.

Ya que el alcoholismo es una enfermedad y no cuestión moral o de costumbre (aunque se afecta ambos) debe tratarse como un problema de salud. Entonces ¿no es el individuo alcohólico una persona enferma? Por supuesto que sí. Está idea no es tan fácil de ser aceptada cuando el enfoque se reduce a una compañera de trabajo, una vecina, una amiga o usted misma.

Es así como quiero contarles mi historia a pesar de haber conocido el mensaje de Alcohólicos anónimos en otros esfuerzos a los 21 años no creía que yo fuese una de ellos, es más no quería dejar de beber sin embargo tampoco quería volver a sufrir una resaca moral en la que no me acordará de lo que había hecho una noche anterior , ese sensación de sentirme perdida me causaba mucha inseguridad y hacía que viera mi situación de una manera catastrófica y que todo lo que hiciese IVA a terminar mal , sintiéndome una persona tan infeliz con o sin pareja, que estaba a punto de perder los estudios, que ya no vivía en casa de mis padres porque por lo regular me quedaba en la casa de mis amigos en dónde había sido la fiesta anterior, teniendo pesadillas, escuchando voces y esa percepción de que siempre alguien te está siguiendo, hoy sé que eran los delirios provocados por mi Alcoholismo y es por eso que me quedo en ese grupo y como regañada empiezo a conocer el programa a través de la literatura, la cual quería leer solo para identificar y demostrarme que yo no tenía esa enfermedad, me abstuve por unos meses tratando de experimentar que yo podía sola, hasta que vino la última vez que bebi, el día de mi cumpleaños 22, rodeada de mi familia y amigos la celebración era complaciente hasta que mi exnovio que ahora se presentaba con su nueva novia y examiga mía me preguntó si podíamos comprar unas cervezas a lo que dije que sí, con lo poco que sabía de los síntomas del bebedor problema me di cuenta que yo también bebía cuando no quería hacerlo, que mi mente se deformaba con una copa generando beber una más y otra hasta perder la cuenta y sobre todo que la poca confianza que mi madre había comenzaba a tener en mí, en un dos por tres volvía a desaparecer, al ver cómo ella se retiraba de la mesa decidí terminar con todo, partir el pastel y despedir a mis invitados. Al sentirme tan impotente por primera vez en la soledad conmigo misma le pido a un poder superior que me ayudara incluso retándolo le dije: si realmente existes ayúdame a dejar de beber.

Me quedé callada por varios días asistiendo al grupo pude llevar el plan de las 24 horas y las primeras me costaron tanto que solo asistir a las reuniones me motivaba para no querer quitarme la vida, no solo tenía un problema con la bebida, tenía realmente una enfermedad. Así que comencé a hablar con los compañeros a escuchar sus experiencias y a identificar mis propios defectos de carácter comenzando a realizar un autoanálisis y catarsis para que pronto pudiera restablecer mis relaciones personales ya que se habían ocasionado bastantes daños necesitaba enmendar y pedir disculpas a las personas que amaba mi familia, es entonces que a través de hacerme responsable de mis actos, de asistir a mis reuniones, ser parte de la unidad de Alcohólicos anónimos y el día de hoy participar en un servicio, como se ha podido recuperar la confianza de quienes me aprecian.