La moda también sirve a los políticos para enviar mensajes al electorado y al estilo de la probable próxima Vicepresidenta de EEUU viene a decirles a los estadounidenses que no tiene ninguna intención de ejercer el papel convencional de quienes le prescindieron en el cargo. John Garner el número dos del presidente Franklin D. Roosevelt, dijo que su tarea era tan importante como “un cubo de pis caliente”. No exageraba. Hasta ahora ese puesto ha sido poco más que figurativo, sin embargo todo indica que va a ser de Harris la mujer más poderosa del mundo. Con sus 56 años, el objetivo es que tenga un peso político real en el gobierno, y el vistoso distintivo de ese poder femenino serán sus deportivas. “Tengo toda una colección de tenis: un par de cuero negro, un par blanco, del tipo que cuesta combinar, de las que combinan con todo, modelos frescos para cuando hace calor y otras para cuando hace frío.” También con plataforma, para cuando llevo pantalones sastre.”
Desde que se convirtió en candidata se volvió muy popular en redes sociales por su afición a la comida casera y sana anime a algunos de sus compatriotas a mejorar su dieta. Dicen que si algo se le da mejor que la política es la cocina. Su plato estrella es el pollo asado, aunque domina una gran variedad de recetas que comparte a través de sus redes sociales y en muchas de las entrevistas que le han hecho. Su madre, Shyamala Gopelan, inmigrante india ya fallecida desarrolló una brillante carrera como investigadora contra el cáncer de mama; también le legó su compromiso social y un fuerte carácter.
El interés por la política se lo debe a la influencia de su padre, Donald Harris, quien abandonó su Jamaica natal para estudiar en Estados Unidos y que hoy es profesor emérito en Stanford. La ex fiscal de San Francisco, con 48 años se dejó convencer por su hermana Maya, para tener una cita a ciegas. Se casó con Emhoff en agosto de 2014. “Amo a mi marido, es divertido, bueno, paciente, le gusta como cocino; es un gran hombre.” El corresponde con tiernos mensajes en Twitter. Ahora deberá asumir el papel de perfecto consorte.
