Amealco de Bonfil, Qro.- Las enseñanzas de los antepasados de María de Lourdes Arias Rodríguez dejaron un legado para siempre al hacer el tradicional mole de guajolote y venderlo los martes en Amealco de Bonfil.
Explicó que los tradicionales martes de mole surgieron porque antiguamente los comerciantes del mercado municipal cerraban este día y sólo dejaban como alternativa cocinar éste agregándole pollo o guajolote, ya que estos son los animales que tienen en las granjas, así fue como su mamá, la señora Juana Rodríguez Domínguez empezó a vender en la comunidad de San Juan Dehedó.
"Los martes de mole nació porque los comerciantes del mercado cerraban ese día para descansar, entonces en las comunidades vendían mole y sus semillas del chile eran molidas en el metate y yo así lo sigo haciendo. Se acompaña con alguna pieza de guajolote o pollo y mi mamá y abuelita me enseñaron a hacer las tortillas a mano y con maíz del prieto".
Señaló que el secreto y el delicioso sabor del mole que vende, es porque todos lunes le dedica por lo menos tres horas a moler el chile en el metate para el día siguiente, por lo que este día también acude al mercado a escoger el chile más fresco y con textura ideal para sus comensales.
Lulú como la llaman sus familiares y clientes, vende su mole los martes en la calle Vicente Guerrero, justo unos metros antes del parque recreativo del Cerro de los Gallos, y dijo que ella abre a partir de las 12 del día hasta las 17:00 horas.
“Pongo dos kilos de chile, uno de chile negro y otro del ancho y tienen que ser de primera por eso yo voy y lo escojo en el mercado personalmente. Me levanto a las cinco de la mañana para matar los guajolotes. Mis clientes me llaman a veces desde el lunes para pedirme alguna pieza de guajolote y yo se las guardo porque se acaba pronto”.
Para hacerle pedidos especiales para todo tipo de eventos, dijo que los realiza a partir de 10 platillos, y que los pueden hacer a los teléfonos 448 105 88 45 y 448 169 02 74, en donde además la gente pueda disfrutar de las tortillas hechas a mano y a la leña.
La señora Lulú agregó que en esta cocina tradicional, la acompañan sus hijas, Carmelita, Angelina y haciendo las tortillas Nestora, aunque también ya contribuye al negocio una de sus nietas a quien le gusta el comercio.
“Nos gusta que la gente coma los alimentos que comían nuestros antepasados y que nosotros hacemos con amor para la gente que visita nuestro municipio”.
Finalmente Arias Rodríguez consideró que es indispensable que el gobierno municipal lo apoyen con señalética en los puntos donde se vende mole en el municipio, así como a hacer más promoción y difusión para que les vaya mejor.
