Llega a su final de temporada la representación teatral Todos los peces de la tierra, una puesta que enfrenta y lleva al espectador a lidiar con la nostalgia que puede dejar en una persona la pérdida de un ser amado.

La premisa de la historia partió luego de que la actriz y productora Gina Martí, perdió a su padre en el mar hace cuatro años, este suceso marcó tanto su vida que decidió contar una historia que le ayudara como un bálsamo para el dolor, con el que el público se ha identificado a lo largo de dos temporadas.

El guión original de Bárbara Perrín Rivemar, se centra en la vida de la sirena de tierra Marina, quien cada día pide un deseo a las 11:11 y aunque tal vez sus deseos se vuelven realidad, su padre que es un viejo lobo de mar le enseñará y dará a Marina la lección más importante de su vida.

“Duele tanto la pérdida de un ser querido que se puede llegar a destruir. De eso habla Todos los peces de la tierra pues enseña al público que la pérdida es un ancla con la que tienes que aprender a vivir a pesar del dolor”, comentó la actriz y productora de la puesta Gina Martí.

Aseguró que en la actualidad existe una generación aferrada al pasado, lo que provoca una sociedad enferma de nostalgia, el problema es cuando esa nostalgia no nos deja apreciar las cosas que hay delante y se nos va la vida en ello”.