/ miércoles 16 de agosto de 2023

Valor-es educación | México no invierte en educación


Todavía con los estragos de la pandemia de Covid-19 a cuestas, el sector educativo debe realizar importantes esfuerzos para recuperar el nivel académico, desde la educación inicial hasta la universitaria. Es claro que el bajo desempeño académico que propició la contingencia sanitaria se suma a los problemas de salud mental y emocional y a los retos tecnológicos como la inteligencia artificial. Es momento de que en el país surja un plan nacional estratégico para fortalecer la educación, sin improvisaciones y dejando a un lado las ideologías dogmáticas que pueden caer en el adoctrinamiento.

De acuerdo a la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), a través de estudio Education at a Glance 2022, México cuenta con el 25% de su población entre 25 y 34 años de edad con estudios de preparatoria. Poco más de 20% de jóvenes y adultos cuentan con habilidades para el manejo de tecnologías. En el 2020, el 88.6% de las y los estudiantes de educación superior se encontraban cursando carrea técnica o licenciatura, el 6.8% maestría y el 1% doctorado. Estos datos contrastan con la media de la OCDE en donde el 22.5% estudia maestría y el 3.7 doctorado. De acuerdo con el estudio, México es el país que menos años de escolaridad presenta en el 90% de su población con 9 años (entre los 5 y los 13 años de edad), a diferencia de la media de la OCDE que es de 14 años entre los 4 y los 17 años de edad.

Para el 2020, el 99% de niñas y niños entre 6 y 14 años asistían a la escuela, 61% entre 15 y 19 años (el porcentaje más bajo de la OCDE), 26% entre 20 y 24 años, 9% entre 25 y 29 años, 4% entre 30 y 39 años y 2% entre 40 y 64 años de edad. Los datos más contrastantes con la media de los países de la OCDE están en la escolaridad entre 15 y 19 años (83%), 20 a 24 años (41%) y entre 25 y 29 años (15%). De manera general, el 64% de las y los estudiantes cursan sus estudios en instituciones públicas. El 66% de las y los estudiantes de preparatoria se gradúan.

Datos del 2019 muestran que México invierte poco más de 7 mil dólares por estudiante al año a nivel superior (media OCDE de 17 mil 500 dólares), casi 3 mil dólares a nivel media superior (11 mil 400 dólares media OCDE) y casi 3 mil dólares por estudiante a nivel de educación básica (10 mil dólares media OCDE). De acuerdo a los datos, el 100% de las y los niños de 5 años se encuentran en la escuela. Sin embargo, México es el país que menos invierte en educación inicial con solo 2 mil 800 dólares para niño o niña mientras que países como Chile y España invierten más de 7 mil dólares y Luxemburgo casi 22 mil dólares.

De forma general, México ha incrementado el número de estudiantes, pero con una de las inversiones más bajas entre los países que conforman la OCDE. Lo anterior lleva a cuestionarse las políticas públicas en materia educativa, desde nivel inicial hasta superior. La falta de rumbo en el sector educativo, la falta de actualización pedagógica en la elaboración de los nuevos libros de texto, la ausencia de estrategia política y el desinterés en su fortalecimiento generan, no solo preocupación si no alarma. Replantear el sistema educativo, generar un plan estratégico nacional con verdaderas acciones de vanguardia, incluir de forma activa a padres y madres de familia en el proceso educativo a nivel básico, invertir en educación con suficiencia y oportunidad, son solo algunos pendientes que deberán contar con respuestas en el futuro inmediato.



Todavía con los estragos de la pandemia de Covid-19 a cuestas, el sector educativo debe realizar importantes esfuerzos para recuperar el nivel académico, desde la educación inicial hasta la universitaria. Es claro que el bajo desempeño académico que propició la contingencia sanitaria se suma a los problemas de salud mental y emocional y a los retos tecnológicos como la inteligencia artificial. Es momento de que en el país surja un plan nacional estratégico para fortalecer la educación, sin improvisaciones y dejando a un lado las ideologías dogmáticas que pueden caer en el adoctrinamiento.

De acuerdo a la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), a través de estudio Education at a Glance 2022, México cuenta con el 25% de su población entre 25 y 34 años de edad con estudios de preparatoria. Poco más de 20% de jóvenes y adultos cuentan con habilidades para el manejo de tecnologías. En el 2020, el 88.6% de las y los estudiantes de educación superior se encontraban cursando carrea técnica o licenciatura, el 6.8% maestría y el 1% doctorado. Estos datos contrastan con la media de la OCDE en donde el 22.5% estudia maestría y el 3.7 doctorado. De acuerdo con el estudio, México es el país que menos años de escolaridad presenta en el 90% de su población con 9 años (entre los 5 y los 13 años de edad), a diferencia de la media de la OCDE que es de 14 años entre los 4 y los 17 años de edad.

Para el 2020, el 99% de niñas y niños entre 6 y 14 años asistían a la escuela, 61% entre 15 y 19 años (el porcentaje más bajo de la OCDE), 26% entre 20 y 24 años, 9% entre 25 y 29 años, 4% entre 30 y 39 años y 2% entre 40 y 64 años de edad. Los datos más contrastantes con la media de los países de la OCDE están en la escolaridad entre 15 y 19 años (83%), 20 a 24 años (41%) y entre 25 y 29 años (15%). De manera general, el 64% de las y los estudiantes cursan sus estudios en instituciones públicas. El 66% de las y los estudiantes de preparatoria se gradúan.

Datos del 2019 muestran que México invierte poco más de 7 mil dólares por estudiante al año a nivel superior (media OCDE de 17 mil 500 dólares), casi 3 mil dólares a nivel media superior (11 mil 400 dólares media OCDE) y casi 3 mil dólares por estudiante a nivel de educación básica (10 mil dólares media OCDE). De acuerdo a los datos, el 100% de las y los niños de 5 años se encuentran en la escuela. Sin embargo, México es el país que menos invierte en educación inicial con solo 2 mil 800 dólares para niño o niña mientras que países como Chile y España invierten más de 7 mil dólares y Luxemburgo casi 22 mil dólares.

De forma general, México ha incrementado el número de estudiantes, pero con una de las inversiones más bajas entre los países que conforman la OCDE. Lo anterior lleva a cuestionarse las políticas públicas en materia educativa, desde nivel inicial hasta superior. La falta de rumbo en el sector educativo, la falta de actualización pedagógica en la elaboración de los nuevos libros de texto, la ausencia de estrategia política y el desinterés en su fortalecimiento generan, no solo preocupación si no alarma. Replantear el sistema educativo, generar un plan estratégico nacional con verdaderas acciones de vanguardia, incluir de forma activa a padres y madres de familia en el proceso educativo a nivel básico, invertir en educación con suficiencia y oportunidad, son solo algunos pendientes que deberán contar con respuestas en el futuro inmediato.


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